viernes, 3 de abril de 2009

...Gracias...


Mándame el látigo
perfecto asesino dador de vida...
Coloca en la perfidia de la palabra
la sencillez vencida de tu retrógrada alma.

Como el pan de tus pies,
la migaja de tus pensamientos.
Lamo mi brazo y mi cuerpo con sabor a vómito.
Bebo el vino que se escurre del pubis de tu madre universal...

Soy Sinfonía de lo absurdo,
asco del mundo, asco de tu pútrido mundo...
Y soy, una muy mala y retorcida creación de tu pensamiento...
Gracias... De nada...
La tuya..
No...
La mía...

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